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sanitario

¿No hay dinero para sanidad?

La Iglesia católica cuesta al Estado más de 6.000 millones de euros

La asociación estatal Europa Laica ha elaborado un informe que, en un cálculo a la baja, cifra en más de 6.000 millones de euros la financiación anual de la Iglesia católica por parte de las distintas Administraciones Públicas. Esta transferencia de fondos públicos demuestra que España es un estado confesional encubierto y que la separación Iglesia-Estado todavía es una quimera.

Europa Laica recuerda que, en un período de crisis económica y social profunda como la que atraviesa nuestro país, la Iglesia católica española, en 2009, va a seguir recibiendo “religiosa y puntualmente” del Estado su financiación, sin ningún tipo de recorte.

La estimación elaborada por Europa Laica es la siguiente:

· Para financiar a los centros educativos privados-concertados con ideario católico, el Estado abona aproximadamente 3.800 millones de euros, a través de los módulos económicos de los conciertos educativos en cada Comunidad Autónoma.

En el capítulo de enseñanza habría que sumar las cada vez más cuantiosas donaciones que diversos estamentos públicos realizan a fundaciones universitarias privadas y otras entidades educativas de la iglesia. Éste es el caso de distintas organizaciones de la Iglesia católica que son propietarias de universidades (Deusto, de los jesuitas; Navarra, del Opus Dei; CEU, de la Asociación de Propagandistas; pontificias de Comillas y Salamanca; diocesanas de Murcia y Ávila), de 15 Facultades eclesiásticas, 41 centros teológicos, 11 colegios universitarios, 55 escuelas universitarias y 72 institutos superiores.

· El pago de las cerca de 30.000 personas que imparten religión católica en la enseñanza pública y privada-concertada, superó los 550 millones de euros en el curso 2007-2008.

· Las exenciones tributarias en diversos impuestos municipales como el de Bienes Inmuebles (IBI), las exenciones por obras, etc., han podido suponer en el ejercicio de 2008 una falta de ingresos por parte de las diferentes administraciones del Estado de unos 900 millones de euros. Europa Laica cree que España es un “paraíso fiscal” para la Iglesia Católica.

· Del impuesto del IRPF, que ha pasado del 0,52% al 0,7% en 2007, la Iglesia católica ha recaudado este año más de 241 millones de euros para financiar el culto, el clero y diversas obras de la iglesia. Las personas que marcaron el año pasado la casilla de la Iglesia católica en la declaración de la renta fueron el 21,71%, y el 11,68% marco ambas casillas, algo que permite la legislación desde 2000.

· A través de la asignación del 0,7% de la casilla de “fines sociales” del impuesto del IRPF, muchas organizaciones de la iglesia católica obtienen más de 100 millones de euros. El 32,58% de los contribuyentes marcó sólo esta casilla el año pasado.

· Las donaciones a la Iglesia Católica desgravan un 25% del IRPF (caso de personas físicas), y un 35% del Impuesto de sociedades (caso de personas jurídicas). Ello según varios estudios y los datos de la propia Conferencia Episcopal ha podido suponer casi 80 millones de euros en 2008. Según la Conferencia Episcopal, los donativos de los fieles católicos superan en un 70% lo que ha percibido por la casilla específica del IRPF.

· Ayudas anuales para el sostenimiento, reforma y conservación de su ingente patrimonio artístico e inmobiliario (280 museos, 103 catedrales o colegiatas con cabildo y casi mil monasterios), aproximadamente unos 300 millones de euros, que les transfieren las diversas CCAA y la Administración Central.

· El Estado paga también los sueldos de los más de 500 capellanes hospitalarios a tiempo completo y casi 300 a tiempo parcial, de los más de 100 penitenciarios, y de los capellanes castrenses con graduación a cuyo frente está un arzobispo con grado de general de división. Estas nóminas y sus correspondientes cargas sociales superan los 3 millones de euros anualmente.

· Las Administraciones públicas central, autonómica y municipal, respaldan económicamente laactividad “social” que la Iglesia católica realiza, a través de centenares de asociaciones, organizaciones, fundaciones y congregaciones, en una cuantía difícil de calcular, pero que esta asociación estima en varios cientos de millones de euros al año.

Los obispos y una parte de la sociedad sostienen que el Estado gastaría mucho más si tuviera que atender por su cuenta estas obligaciones educativas y asistenciales. Europa Laica cree que ésta es una “opinión-trampa”, ya que a través de la denominada “obra social de la iglesia” esta confesión hace proselitismo y política. Como se ha podido comprobar en cientos de casos, el Estado podría realizar esa tarea, directamente o con concesiones a entidades no religiosas, creando más riqueza social y más puestos de trabajo.

· Donaciones de muchos ayuntamientos a desfiles procesionales y sus cofradías, romerías, conmemoraciones religiosas diversas y otros actos en donde se mezcla lo religioso, lo pagano, lo festivo y lo cultural, además del pago de horas extras de las fuerzas del orden público, de la publicidad del evento, etc. Cantidad difícilmente cuantificable, pues se desarrolla en casi los más 8.000 municipios del Estado. A ello habría que añadir los gastos en fastos y ceremonias de visitas de jerarcas de la iglesia católica, como el próximo 2011 del Papa a Madrid.

· Las organizaciones de la Iglesia y la Conferencia Episcopal española reciben diversas subvenciones y donaciones por parte del Estado, para el mantenimiento de sus medios de comunicación y editoriales.

· Donaciones de suelo público en multitud de municipios para construir iglesias, centros religiosos y centros escolares, en cuya construcción también colaboran de forma “generosa” casi todos los ayuntamientos. Estas dádivas directas e indirectas son de una cuantía incalculable.

La Iglesia católica ha iniciado su campaña para que los contribuyentes marquen la casilla de la declaración de la renta, en la que va a gastar alrededor de 4 millones de euros del dinero de todos los contribuyentes. La Iglesia católica se nutre de complicados mecanismos de ingresos privados y de financiaciones públicas, incluida su patrimonio financiero, como acciones, fondos de inversión, participación en empresas y entidades financieras varias.

Para elaborar este informe, Europa Laica ha recurrido a fuentes de información como la Agencia Tributaria, el Ministerio de Asuntos Sociales, el Ministerio de Educación, las consejerías de las Comunidades Autónomas, sindicatos y patronales de la enseñanza, así como la propia Conferencia Episcopal y algunas de sus 60 diócesis. Europa Laica fundamenta este estudio en estimaciones y aproximaciones y no en datos exactos, dada la falta de transparencia en las cuentas de la Iglesia católica y la opacidad de las Administraciones Públicas sobre dicha información.

Esta asociación inició la semana pasada una campaña informativa, con el objetivo de que los contribuyentes no marquen ni la casilla de la Iglesia Católica, ni la de “otros fines sociales” en la Declaración de la Renta. Europa Laica reclama al Gobierno que en la Declaración de la Renta correspondiente a 2009 elimine ambas casillas, y propone que la Iglesia católica se autofinancie con las aportaciones de sus fieles y las asociaciones que cumplan un interés social sean financiadas por el Estado a través de los Presupuestos Generales del Estado.

Además, ha remitido una carta al director general de la Agencia Tributaria, en la que pide que al igual que en su Web existe un enlace a la Conferencia Episcopal, también lo haya a la Web de Europa Laica.
REBELION 14/05/2009

La administración pública subvenciona con cantidades millonarias los rituales católicos.

La Junta de Castilla y León subvencionará con más de 310.000 euros de dinero público, los rituales religiosos que las principales cofradías de Castilla y León, de credo católico, llevarán a cabo en estas fechas primaverales, unos rituales que ensalzan el dolor y el sufrimiento como modelo de vida (enseñanzas muy “útiles” para adaptar al individuo a la esclavista sociedad capitalista). A este dinero debemos de sumar el que aportarán los Ayuntamientos, de los diferentes municipios, a las cofradías que llevan a cabo su actividad en dicho ámbito, una suma que daría como resultado cantidades millonarias. No debemos de olvidar tampoco, que estas asociaciones religiosas  reciben además, durante todo el año, una buena cantidad de dinero público, para financiar sus actividades.

Si ya es grave el hecho de que un Estado regale estas astrónomicas cantidades de dinero público a un determinado credo religioso, más grave es aún que se lo regale, cuando los obispos han decidido convertir las procesiones, en manifestaciones contra un derecho por el que las mujeres llevan años luchando, es decir, el derecho al aborto libre y gratuito.

WEBCASTILLASOCIALISTA ABRIL 2009

La Iglesia gana más con Zapatero

La nueva financiación acordada por el Gobierno socialista y la Conferencia Episcopal en 2005 concede a la jerarquía católica un récord de ingresos que supera los 173 millones de euro

PUBLICO 29/11/2008

El "laicismo agresivo" y la "cristofobia" del Gobierno que, desde hace meses, vienen denunciando los obispos españoles se traducirá en 30 millones de euros más al año. Y eso sólo a través de la Declaración de la Renta, pues el Ejecutivo socialista mantiene intactos los conciertos con la escuela católica, la financiación de actividades sociales y sanitarias de congregaciones y ONG de la Iglesia, la conservación e iluminación de catedrales y templos por todo el país e, incluso, la presencia de capellanes en los ejércitos o los hospitales públicos.

En total, las arcas del Estado junto a las de las comunidades autónomas financian a la Iglesia católica, cada año, con más de 5.000 millones de euros, según investigacionesindependientes. La anunciada batalla por el laicismo, de momento, apenas se ha traducido en una sentencia que ordena retirar unos crucifijos de un colegio y en la negativa a colgar la placa de Santa Maravillas en el Congreso.

Todo ello, cuando están a punto de cumplirse los 30 años de la firma de los Acuerdos Iglesia-Estado sin que el PSOE se haya planteado su denuncia. También, hace unos meses, la reforma de la Ley de Libertad Religiosa era algo urgente y hoy, ha regresado al cajón de los asuntos pendientes.

Beneficios espectaculares

Entretanto, la Conferencia Episcopal presentó ayer sus datos relativos al último ejercicio fiscal, el primero en que entraba en vigor el acuerdo por el que el Estado incrementaba del 0,52% al 0,7% su partida a través del IRPF. Y vistos los datos, la jugada ha dado resultados espectaculares para los obispos. Así, mientras en 2006 la Iglesia recaudó gracias a la Declaración de la Renta 144,9 millones de euros, en 2007 (últimos datos oficiales computados) la cantidad aumentó en casi 30 millones, llegando hasta los 173,8 millones.

En 1987 (primer año desde la aplicación de las casillas específicas para la Iglesia y las ONG), la asignación tributaria supuso poco más de 41 millones, de modo que, en sólo dos decenios, la Iglesia ha multiplicado por cuatro sus fondos a través del IRPF.

A pesar de este balance, el gerente del Episcopado, Fernando Giménez, ayer se mostró tan solo "moderadamente satisfecho" y animó a los fieles a continuar financiando a la Iglesia, especialmente, en tiempos de crisis. Porque, como apuntó, "al caer la recaudación, aunque no descienda el porcentaje, cae la masa recaudatoria. Así que la crisis claro que puede afectar".

Sin embargo, pese a la crisis, el denominado Fondo Común Interdiocesano (lo más parecido a un "presupuesto" de la Conferencia Episcopal), contará en 2009 con algo más de 223 millones de euros, de los que 210 provendrán de la asignación tributaria.

Una cantidad que todavía no ha sido fijada por el Gobierno pero que los obispos estiman "moderada, más bien a la baja", sumando el pago a cuenta de los Presupuestos Generales del Estado en 2009 -alrededor de 156 millones- y la previsión de liquidación -lo recaudado de más- en la actual Declaración de la Renta, sobre la que aún no se tienen datos.

El sueldo de un cura

De la distribución de los fondos, destacan los 136 millones que irán destinados a pagar el sueldo de los sacerdotes. Otros 20 financiarán la Seguridad Social de curas y obispos. El sueldo base de un sacerdote gira en torno a los 600 euros, mientras que el de un obispo supera los 850 (más dietas).

 

Un billón de pesetas para la Iglesia

Juan G. Bedoya publica hoy en El País un pormenorizado informe que concluye que el Estado aporta cada año a la Iglesia católica una cantidad cercana al billón de las antiguas pesetas.

"A través de la administración central, autonómica y municipal, el Estado aporta cada año en torno a 5.057 millones a la Iglesia católica en sus varias manifestaciones, según las cifras aportadas por distintos organismos estatales. Es un dinero que sale de varios ministerios -Educación, Cultura, Defensa, Sanidad, Trabajo, Asuntos Sociales- y de las entidades autonómicas y locales equivalentes.

La cifra de 5.057 millones incluye el ahorro que supone el paraíso fiscal en que se desarrolla la casi totalidad de sus actividades, calculado por expertos de Hacienda en unos 750 millones de euros.

(...)

Los obispos dicen, con mucha razón, que el Estado gastaría mucho más si tuviera que atender por su cuenta a estas obligaciones educativas o asistencias, aunque los conciertos educativos les dan la posibilidad de difundir su ideario.

(...)

Dice el punto 5 del artículo II [del acuerdo de 1979 que reformaba el Concordato de 1953]: "La Iglesia católica declara su propósito de lograr por sí misma los recursos suficientes para la atención de sus necesidades. Cuando fuera conseguido este propósito, ambas partes se pondrán de acuerdo para sustituir los sistemas de colaboración financiera expresada en los párrafos anteriores de este artículo, por otras formas de colaboración económica entre la Iglesia católica y el Estado".

La decisión del Gobierno socialista, hace una semana, de incrementar por encima del 34% la asignación tributaria de Hacienda al episcopado a partir de 2007, además de manera indefinida, desprecia este compromiso de autofinanciación."

BLOG20MINUTOS.ES

La Iglesia invierte su dinero en una multinacional que fabrica anticonceptivos

Los arzobispados de Madrid y de Burgos han invertido fondos en el laboratorio farmacéutico Pfizer

CADENA SER   05-03-2008

La Iglesia española busca la rentabilidad de su dinero, más allá de cuestiones morales, como ya demostró el caso Gescartera. Como hoy contaban los informativos de Cuatro, con sus discutibles inversiones los obispos se han dejado en la crisis de las "subprime" en EEUU casi un 20% de lo invertido. Algunos de sus arzobispados han invertido en Pfizer, una empresa que entre otros muchos fármacos fabrica un anticonceptivo.

El arzobispado de Madrid, presidido por Rouco Varela, y el de Burgos, con Francisco Gil a la cabeza, han invertido en los últimos años en Bolsa y sus fondos han servido para financiar a varias empresas como el laboratorio farmacéutico Pfizer. Se trata de una multinacional que tiene entre sus medicamentos estrella, ademas de la pastilla Viagra contra la impotencia sexual, un anticonceptivo inyectable que se comercializa con mucho exito en Estados Unidos. En España no se vende.

Se trata de Depo-Provera, un anticonceptivo que se administra en el brazo cada tres meses. Algunas fuentes calculan que el medicamento lo usan en el mundo unos treinta millones de mujeres para evitar el embarazo. Pfizer fabrica también otro tipo de anticonceptivos que se venden en países americanos.

Y sin embargo, la postura de la Iglesia católica ante los anticonceptivos es conocida: rechazo frontal. Así lo ha expresado recientemente el portavoz de los obispos Martínez Camino.

Pfizer fabrica también otro tipo de anticonceptivos que se venden en países americanos. La inversión en estos laboratorios, unos 80.000 euros al año, forma parte de un amplio paquete bursátil de la Iglesia en capital de riesgo. Segun Noticias Cuatro, los obispos han perdido desde el mes de agosto un 20% de lo que invirtieron debido a la crisis de las hipotecas basura. La Iglesia metió dinero también en compañías licoreras y en fondos opacos.

 

Mucho dinero para la Iglesia

Luis de Sebastián en El Periódico de Aragón

Jueves 8 de diciembre de 2005, por ediciones simbioticas


La financiación pública de la institución católica sólo cabe si es transparente y beneficia a todos.

Empezaremos esta reflexión sobre un tema tan discutido comentando dos hechos probados. El primero es que la Iglesia católica es la única confesión religiosa de las que existen en el territorio español que no se autofinancia. El segundo es que en ningún país desarrollado del mundo el Estado financia a la católica, o a otras iglesias, en una medida tan generosa como lo hace el Estado español. Algunos no lo hacen en absoluto.

Gran parte del problema de la financiación de la Iglesia española surge del primer hecho. Los católicos no sostienen adecuadamente a su Iglesia, como debieran en un Estado no confesional, en el cual la Constitución consagra la separación de todas las iglesias y del Estado. Con las aportaciones de los católicos no se podrían pagar los sueldos de las personas (clérigos y seglares) que mantienen funcionando la institución, ni los gastos en formación, equipos, viajes, publicaciones y demás costos de funcionamiento de la organización eclesiástica. Sin financiación externa, la Iglesia no podría funcionar. Esto es una vergüenza para los creyentes, y un defecto o un malentendido en la relación entre la Iglesia y sus fieles, cuyas consecuencias económicas no debieran echarse sin más sobre las espaldas de las autoridades civiles.

EL ESTADOfinancia generosamente a la Iglesia católica. En el acuerdo suscrito en 1979, ésta se comprometía a buscar la autofinanciación, por lo menos de sus operaciones internas, aunque no necesariamente de los servicios que da a la sociedad. La autofinanciación continua siendo un sueño o una vana promesa. El Estado espera paciente a que la Iglesia cumpla su promesa y mientras tanto paga. Las aportaciones del Gobierno español son de cinco clases.

Primera. El Ejecutivo dona y recauda el impuesto eclesiástico: el 0,52% del IRPF que los contribuyentes asignan voluntariamente a la Iglesia católica. El Estado no sólo cede una pequeña parte (la cual, si todos pagaran lo que deben, sería una cantidad considerable) de un impuesto al que tiene derecho exclusivo, sino que ahorra los costos de recaudación a la Iglesia y le asegura un nivel de ingresos que de otra manera la iglesia no recogería.

Segunda. El Estado complementa con aportaciones directas del erario público lo que falta para llegar al nivel comprometido en el presupuesto anual (150 millones de euros en el 2005). Las aportaciones de los fieles no suelen superar en mucho los 100 millones de euros, por lo que este año el resto, de unos 40 o 50 millones de euros, será una aportación directa del Estado.

Tercera. El Estado exime a la organización eclesial de varios impuestos: IVA (lo cual no agrada a la Unión Europea), IBI (sobre los muchos inmuebles que posee), sociedades, patrimonio, sucesiones y donaciones (importante para la Iglesia por las herencias que recibe). Constituyen estas renuncias fiscales una discriminación positiva a favor de la Iglesia católica, que no se suele mencionar cuando se habla de su financiación, pero suponen muchos cientos o miles de millones de euros cedidos por las Administraciones públicas a la Iglesia.

Cuarta. El Estado destina unos 500 millones de euros para pagar a los profesores de religión en las escuelas públicas y a los capellanes en hospitales, prisiones y cuarteles. Paga asimismo por la conservación de monumentos y obras de arte que son patrimonio de la Iglesia.

Quinta. El Estado paga más de 2.000 millones de euros a las órdenes religiosas que regentan las escuelas concertadas. Es la cifra que da el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes. Por otra parte, algunas administraciones públicas —comunidades autónomas y ayuntamientos— contribuyen a financiar instituciones de la Iglesia que se dedican a obras de beneficencia (hospitales, asilos, orfelinatos y centros de caridad). A estos servicios que prestan las instituciones eclesiásticas se les paga de la misma manera que a los demás proveedores de servicios públicos. Hay que reconocer que estas obras asistenciales de la Iglesia ahorran costos —y quebraderos de cabeza— a las administraciones. No quizá en la cuantía extrema que a veces se menciona (¡30.000 millones de euros es una absurda exageración!), pero sí en una parte importante.

AHORA LAcuestión es si esta situación va a continuar o va a cambiar. El principal criterio para decidirlo es ver si la Iglesia católica emplea la financiación que recibe de todos los ciudadanos en beneficio exclusivo de sus fieles o también en beneficio de toda la sociedad. Dado que el dinero público es dinero del público, muchos ciudadanos que no son católicos pero sí contribuyentes al erario público pueden pedir cuentas a la Iglesia de cómo usa sus contribuciones.

Por poner un ejemplo de mal uso eclesial del dinero público, es una vergüenza que parte de los aportaciones de los contribuyentes, aunque sea una porción pequeña, se dedique a financiar a una emisora de radio y a unos periodistas que han hecho misión de sus vidas el insultar y calumniar a los miembros del Gobierno actual y a quienes lo apoyan.

Cuestión aparte es lo que hace la Iglesia católica con los ingresos de sus posesiones en tierras, inmuebles, fondos de inversión (tipo Gescartera), acciones y otros tipos de activos. La institución eclesiástica no es pobre. ¿A qué dedica los réditos de su inmenso patrimonio? ¿Los destina a acumular riquezas para asegurarse un posible futuro incierto? ¿O los acumula para dar a las misiones extranjeras y a los pobres de tierras lejanas? En todo caso, a los contribuyentes que ponen de sus bolsillos el dinero que el Estado da a la Iglesia les gustaría ver sus cuentas y balances.

*Exjesuita y catedrático de Economía.

 

Cuentas demasiado opacas

EL PAIS 30/12/2008

El coste del mantenimiento de la jefatura del Estado, es decir, de la Monarquía española, es bastante opaco porque no se financia exclusivamente con la partida "Casa Real de Su Majestad el Rey" que figura en los Presupuestos Generales, como habitualmente se cree, sino también con otras cantidades distribuidas en otros capítulos presupuestarios. El hecho de que esos capítulos no estén suficientemente desglosados hace muy complicada la auténtica contabilidad de la Casa Real.

En el caso de la jefatura del Estado español, la sección 1 de los Presupuestos fija anualmente la cantidad global destinada, según la Constitución, "al sostenimiento de su Familia y Casa", una cantidad que el Rey "distribuye libremente".

En los Presupuestos de 2008, la cifra asciende a 8,6 millones de euros.

En la práctica, sin embargo, a esos 8,6 millones de euros habría que sumar, como mínimo, otros 5,9 millones que figuran en la sección del Ministerio de Administraciones Públicas bajo el epígrafe "Apoyo a la gestión administrativa de la jefatura del Estado", y que se destinan al pago de los salarios de buena parte de los empleados de la Casa Real (en la actualidad, 137 de plantilla), que no se sufragan con la primera cantidad.

Tampoco se financia con la partida de la Casa Real el mantenimiento ni el servicio del palacio de la Zarzuela y su predio; ni de la casa en la que habita el príncipe de Asturias; ni el palacio de la Almudaina, con sus jardines, en Palma de Mallorca, en el que la familia real suele pasar su veraneo. Todos esos edificios, como el Palacio Real, El Escorial, La Granja, el palacio del Pardo o el de Riofrío son propiedad de Patrimonio Nacional, que tiene su propio presupuesto (140 millones de euros) para hacer frente a esos gastos.

Es el Parque Móvil del Estado el que se hace cargo del mantenimiento de los distintos automóviles que utiliza el Rey, pero no ofrece ningún desglose de sus gastos, por lo que no es posible calcular qué pequeña parte de su presupuesto (52 millones de euros) está destinada a la Casa Real.

Por último, a la hora de calcular los costes de la jefatura del Estado, habría que tener en cuenta que la partida "Casa Real" no incluye los gastos derivados de los viajes de Estado que realiza el Rey o su familia, y que corren por cuenta del Ministerio de Asuntos Exteriores.

 

 

 

El presupuesto de la Casa Real para 2008 crecerá un 12% más que el IPC

Los 8,5 millones de euros hacen que "cobre al día más que un mileurista al año".

maDRID. Los Presupuestos Generales del Estado contemplan un gasto para la Casa Real de 8,5 millones de euros (cuatro millones de pesetas diarios), lo que supone un incremento del 14,5% con respecto al año anterior, o lo que es lo mismo, un 12% más que el IPC, que rondará entre el 2,4 y el 2,6. Además de tener estos cuantiosos ingresos, la familia real española se ahorra un sinfín de gastos como viajes -que corren a cargo del ministerio de Asuntos Exteriores- o escoltas -pagados por Interior-, entre otros.

Estas multimillonarias asignaciones fueron ayer fuertemente criticados por el portavoz de Presupuestos de ERC en el Congreso, Joan Puig, que advirtió de que el rey "no hará callar" a su formación, que seguirá denunciando el "escándalo" que, a su juicio, supone que el Jefe del Estado "cobre en un día más que un mileurista al año".

Puig lanzó esta advertencia desde la tribuna del Congreso al defender la tradicional enmienda presentada por su grupo a los Presupuestos Generales del Estado para rebajar la cuantía destinada a la Casa del Rey y transformarla en un sueldo equivalente al del presidente del Gobierno. "Quizá no sólo le parece escandaloso a ERC que el rey cobre cuatro millones de las antiguas pesetas al día, pero ni siquiera el rey nos va a hacer callar en la obligación de denunciarlo", aseguró Puig, quien preguntó por qué el Monarca "cobra en un día más que un mileurista en un año" y en total "cien veces más" que el presidente del Gobierno, aun teniendo menos responsabilidad. Puig, quien aprovechó su intervención para solidarizarse con los humoristas de la revista El Jueves, subrayó que PSOE y PP cumplen con creces la Constitución al asignar a la Casa del Rey 8,5 millones de euros al año, una cifra con la que, en su opinión, el jefe del Estado tiene "de sobra" para "el sostenimiento de su familia y su casa". Además, acusó a los dos grupos mayoritarios de impedir cualquier debate sobre la Monarquía y recordó que la Mesa del Congreso impide tramitar preguntas que exigen más transparencia con respecto a la Casa Real, un veto que, según su interpretación, ha llevado a que el propio Juan Carlos creara recientemente la figura de un interventor de la Casa del Rey.

Tanto el PSOE como el PP ya avanzaron que volverán a votar en contra de la enmienda de los republicanos, a los que, una vez más, acusaron de pretender cambiar la forma política del Estado mediante una simple enmienda parcial a las cuentas públicas de 2008.

EFE 14/11/2007